Llevaba tiempo viendo actividades que la gente hace con niños en una especie de mesas compartimentadas pero no tenía ni idea de cómo se llamaban. Empecé a buscar por internet y me enteré de que estas mesas llevan el nombre de mesas de experimentación, mesas sensoriales o mesas Montessori. Nunca en mi vida había oído hablar de ellas (lo que tiene ser madre primeriza)
Voy a contarte entre otras cosas por qué me gustan y para qué sirven.
Qué son las mesas de experimentación
Como os he dicho al principio, es una mesa en la que en su tablero hay hueco para una bandeja (o dos o tres). Están pensadas para que los niños puedan realizar actividades de experimentación, sensoriales, de trasvase, creativas… Muchas de ellas traen tableros que se colocan sobre las bandejas para poder utilizar esta mesa también como una mesa «normal» (para pintar o leer).
No sé si conocéis la mesa Flisat de ikea. Pues bien, este es el mejor ejemplo de mesa de experimentación que conozco (o al menos el que más me gusta).
Cómo hacer una mesa de experimentación
El «problema» de la mesa Flisat es que cuesta 50€ + los 7-8€ que cuestan las bandejas. Si no tienes ninguna mesa para tu peque en casa puede ser una buena inversión, pero nosotros ya tenemos una, la Latt, que además convertiremos en mesa de luz en un futuro (eso en otro post). Así que leyendo y buscando decidimos reciclar una mesa Lack que teníamos en casa y construir nuestra propia mesa sensorial.
El primer paso que hice fue limpiarla. La tenía protegida con espuma para que la peque no se abriera la cabeza cuando comenzó a caminar y quedaban restos de pegamento. Salió bastante bien con unas nanas (¡sin apretar!) y alcohol, pero me llevó mi tiempo.
Nosotros compramos dos bandejas Trofast pequeñas en ikea (20x30x10), 2€ cada una y dos tapas (que ahora no recuerdo si vienen incluidas con la caja, creo que no). Como la mesa Lack es de 55×55, entraban bien y quedaba suficiente espacio de madera como para aguantar el peso de la bandejas (y lo que pongamos dentro).
Marcamos con un lápiz por dónde hacer el corte con la sierra. En navidades le regalamos esta sierra caladora al abuelo a la que creo que le vamos a sacar partido :).
Con una taladradora hacemos unos cuantos agujeros para poder meter la sierra y empezar a cortar (y hacer los giros más fáciles).
Por cierto que no sé si habéis visto alguna mesa lack por dentro: ¡tienen cartón!
Cortamos, lijamos los bordes y vamos ajustando para que entre bien cada una de las bandejas en nuestra mesa de experimentación.
Uno de los problemas que os vais a encontrar es que las bandejas tienen unas pestañas que o bien tendréis que dibujar en la mesa y recortarla o bien tendréis que cortar las pestañas con un cúter. Nosotros elegimos la primera opción, lo podéis ver en la imagen anterior y en esta siguiente:
No os voy a engañar: parece un proceso fácil y rápido pero nosotros tuvimos que lijar y ajustar bastantes veces hasta que conseguimos que las bandejas encajaran bien en la mesa de experimentación.
Aunque en total tardamos solo una hora en acabarla… Y así es como quedó:
Os dejo en este enlace (que iré actualizando a medida que vaya probando cosas) actividades para mesas sensoriales.
Bueno, ¿qué os parece esta mesa de experimentación diy? ¿Os atrevéis a hacerla? ¡Contádmelo en comentarios!
Para que nuestros pequeños puedan estar entretenidos podemos hacerles sus propios juguetes o maneras de entretenimiento mucho más sencillas a las que nos venden, haciendo posible que aprendan en ellas. Así podemos hacerle una mesa con contenedores donde puedan realizar sus actividades u otro tipo de utensilio para ellos con unos meros conocimientos de bricolaje.
Totalmente de acuerdo. Además disfrutan mucho con las mesas montesori!