Viajar por Europa con niños no es tan complicado como crees. Salir de nuestro país nos suele producir algo de intranquilidad por aquello de ser «lo desconocido». Pero no tiene por qué ser así.
En este post te presento 10 lugares originales para viajar con tus hijos por Europa en los que estarás cómodo y ellos se divertirán y ampliarán fronteras.
1.- Frankfurt con niños
Si has estado rebuscando un poco por internet seguro que habrás encontrado algún artículo en el que se dicen que los parques infantiles de Frankfurt son lugares geniales para los niños. No solo de toboganes y columpios viven los parques, sino que también hay fuentes, tirolinas, estructuras por las que trepar y mil y una formas diferentes que adoptan sus construcciones.
Vale, seguro que Frankfurt no era tu primera opción en cuanto a visitas, pero quizás no venga mal planteárselo como un corto y agradable viaje con niños por Europa.
Un colorido tranvía por el centro de la ciudad, el museo de artes aplicadas (MAK) donde podrán jugar con la ciencia… ¿qué más se puede pedir? Ah sí, alojamiento barato.
Nosotros casi siempre reservamos los hoteles en booking. ¡Échales un ojo!
2.- Suiza
En nuestro viaje a Suiza nos encontramos con un montón de familias con niños. Recuerdo especialmente el paseo que dimos hasta el lago Bachalpsee: a la vuelta nos cruzamos con una familia y el padre llevaba a su hijo en una sillita. De las de ruedas. Me quedé alucinada, porque el camino es de tierra y piedras… pero tan feliz que iban. Ambos.
También hay un parque infantil en Allmendhubel que es una auténtica pasada. En él podéis hacer o un alto en el camino o terminar un día de caminatas y visitas por las montañas de Interlaken.
Y no solo vimos niños en «el monte». Paseando por Lausanne nos encontramos con unos columpios con forma de dragón. DRAGÓN. Por un momento quise volver a ser niña para poder jugar allí.
Por qué viajar con niños a Suiza:
- Por los parques molones.
- Porque los desplazamientos se pueden hacer en tren, transporte fácil y tranquilo para ellos.
- Porque en verano no hace mucho calor.
- Porque los paisajes son alucinantes.
- Porque se puede mezclar cultura (el castillo de Chillon es increíble), con naturaleza y con ocio.
3.- Londres con niños
Londres no es una ciudad para viajar con bebés; al contrario de lo que se pueda pensar el transporte público no está demasiado adaptado para viajar con sillas de bebé. Sin embargo si tus hijos ya no son tan pequeños esta ciudad les encantará.
Hay tres museos gratuitos recomendables para viajar con niños en Londres: el British Museum, donde por ejemplo podrán ver sarcófagos y estatuas egipcias. El Museo de Historia Natural, con esqueletos de ballenas y dinosaurios. Y por último el Museo de la Ciencia, orientado a inventos y a descubrir cómo funcionan ciertos objetos.
A estos museos le podemos añadir la visita a la gran noria (el London Eye), al Big Ben y si son fans de Harry Potter una excursión a los estudios o pasear por algunas de las localizaciones de la película. Estad seguros de que a vuestros hijos les encantará este destino.
4.- Nantes
En Nantes podrás encontrarte un castillo (el Castillo de los Duques de Bretaña, más palacio que castillo), una catedral gótica increíble y un casco urbano de lo más bonito.
Pero si por algo destaca un viaje a Nantes con niños es por «Las Máquinas de la Isla». Esta atracción turística la componen diferentes «máquinas» inspiradas en los libros de Julio Verne (que nació aquí). Un elefante gigante, un árbol de las garzas y un carrusel de los mundos marinos entre otros hacen de Nantes un destino ideal para viajar por Europa con niños.
5.- Roma
La ciudad eterna es otro destino para viajar con los niños un poco mayores, cuando ya tengan la madurez suficiente como para conocer un poco del imperio Romano. Siendo así podrán imaginarse a los gladiadores en el Coliseo y la majestuosidad de los edificios del foro romano.
De todas maneras tampoco es un destino a descartar para viajar con bebés: cuando estuve en Roma sólo hice uso del transporte público para ir al Coliseo, el resto lo vimos todo caminando. Eso sí, olvídate de la sillita ya que los suelos están casi todos adoquinados.
6.- Amsterdam
En Amsterdam sin embargo sí podrás usar la sillita de bebé o el capazo, que es lo que nosotros hicimos cuando viajamos a Amsterdam con bebé.
La pequeñaja tenía 3 meses y medio y fue su primer viaje en avión y nuestro primer viaje por Europa con niña. Y salió a las mil maravillas.
Amsterdam es una ciudad totalmente plana, segura, con apenas contaminación, con un servicio de transporte público sencillo y frecuente y muy bonita de recorrer caminando o en bici. Además a las afueras podrás visitar molinos y más canales.
7.- Grecia
Nuestro segundo viaje por Europa con la peque fue a Grecia. Y quedé enamorada.
Claramente hay que elegir las islas más familiares, aunque si me pongo a pensarlo todas lo son. Nosotros ya sabéis que visitamos Santorini y Paros. Además de Atenas. Y aunque Atenas a priori no parezca una buena capital para visitar en Europa con niños sí lo es (quitando la visita a las ruinas, que se pueden hacer con porteo).
Si quieres saber más lee nuestro post sobre viajar a Grecia con niños.
8.- Malta
Una isla pequeña, soleada, con un par de playas de arena dorada, ciudades «templarias», con un cierto aire decadente y dos grandes atracciones para los niños y no tan niños: la fábrica de Playmobil y una recreación del pueblo de Popeye.
Tenéis transporte público para moveros por la isla, aunque lo ideal, si te atreves a conducir por la izquierda es alquilar un coche.
9.- Islandia
Este viaje a Islandia no lo hicimos con bebé propiamente dicho pero sí viajamos a Islandia embarazada de 5 meses y medio. Y qué queréis que os diga, que es un viaje muy cómodo. Nosotros solo pudimos ver el sur del país y nos encantó.
Además fuimos en pleno invierno y no hace tanto frío como se puede imaginar.
Islandia será un viaje de naturaleza, carretera, glaciares y cascadas. A vuestros hijos les encantará.
10.- Estocolmo
Si planeas un viaje con tus hijos por Europa para verano es probable que quieras huir del calor. Si es así, Estocolmo es una buena opción. Ciudad encantadora con casitas de colores, una catedral imponente, un metro muy fotografiable y un museo en el que poder ver un buque de guerra del siglo XVII.
Y tú, ¿te animas a viajar a Europa con niños?