¡Hola de nuevo! En nuestra escapada a Soria habíamos planeado visitar la Laguna Negra con la peque. Teníamos dudas sobre cómo llegar, si podríamos acceder, si habría nieve o no… en este post te contamos todo sobre nuestra visita a la Laguna Negra de Soria: cómo llegar, dónde aparcar, qué ver…. y cómo es la visita con niños.
Lo que vas a encontrarte
Sobre la Laguna Negra
Se llama Laguna Negra a la laguna de origen glacial situada a 1753 metros de altitud en la sierra de los Picos de Urbión (donde nace el río Duero), cerca de Vinuesa.
Forma parte del Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión. Hay una leyenda que dice que la Laguna Negra no tiene fondo, pero realmente no es así: realmente cubre 10 metros en su zona más profunda. En verano se realiza una travesía a nado (el primer domingo de agosto), ¡no quiero ni imaginar lo fría que tiene que estar el agua!
Cómo llegar a la Laguna Negra
El acceso más común se realiza viniendo en coche desde Vinuesa por la SO-830. En esa carretera te encontrarás un indicador con un desvío a mano izquierda para continuar por una carretera más estrecha hacia la Laguna Negra (en las coordenadas 41.97111672294045, -2.7858410593524034 para ser más específicos). Luego simplemente es seguir la carretera hasta llegar al parking. Por el camino paramos varias veces para que la peque pudiera ver vacas, que le encantan.
Dónde aparcar
Para poder llegar hasta la Laguna Negra hay dos aparcamientos: el parking Paso de la Serrá y el Parking superior de la Laguna. Nosotros fuimos a la Laguna Negra a mediados de marzo y pensamos que podríamos aparcar en el parking superior, que se encuentra sólo a 300 metros de la laguna… pero no.
Tuvimos que aparcar en el primer parking (el de Paso de la Serrá) y caminar, cuesta arriba, los 1’5 km que los separa.
En verano el parking se suele llenar y cierran el acceso, pero hay autobuses que te dejan en el parking superior. Así que no os preocupéis que no vais a quedaros sin poder verla.
La visita a la Laguna Negra
Hace unos años construyeron una pasarela de madera que rodea la mitad de la laguna. Hay bancos y varios paneles informativos en los que se puede leer sobre la formación de la laguna, glaciares y demás datos que hacen la visita amena y educativa.
Del extremo izquierdo de la laguna parten varios senderos para realizar rutas, todas bien señaladas. Hay uno que sube por las montañas y desde el cual se puede tener una visión de la laguna desde arriba. Nosotros cuando visitamos la Laguna Negra había muchísima nieve así que habría sido bastante complicado (por no decir imposible) realizar ningún tipo de ruta.
La visita en sí no te llevará más de 10-15 minutos. De ti depende el rato que quieras pasar descansando y disfrutando de la belleza del paisaje 😉
Visitar la Laguna Negra con niños
Como ya he dicho, nosotros aparcamos en el primer parking a eso de las 3 de la tarde un lunes de mediados de marzo. No seríamos ni 5 coches aparcados.
Mientras comíamos allí mismo unos bocadillos apareció un hombre que bajaba de ver la Laguna. Le preguntamos que qué tal estaba el acceso para ir con carrito de bebé (veníamos de hacer la ruta por las cascadas de Covaleda con la niña y después de dos horas y media de portear yo ya estaba un poco cansada) y dijo que sin problemas, que lo único malo eran unas 30 escaleras que hay al final.
Le hicimos caso y cogimos el carrito para subir. El camino es todo cuesta arriba pero es ancho y está asfaltado, al fin y al cabo por ahí es por donde suben los autocares en verano. Toda la subida discurre entre árboles (no os preocupéis por el sol) y a lo largo de un pequeño arroyo (pequeño, muy pequeño).
Fuimos con calma así que tardamos un rato largo en llegar. Por el camino nos cruzamos con una familia que bajaba también con un carrito de bebé, lo cual nos hizo reafirmar lo acertado de nuestra decisión (mejor empujar un carro que corretear detrás de una niña).
Pero no todo fueron alegrías. El problema vino al llegar al segundo parking. A partir de aquí, además de encontrar áreas con bastante nieve (hasta entonces sólo había pequeñas zonas donde había un poco de nieve) la carretera asfaltada se sustituía por un camino empedrado con grandes piedras irregulares, también cuesta arriba, para acabar rematando con las 30 escaleras que nos dijo el hombre.
El camino se convirtió en una pequeña tortura… sacamos a la niña del carro y nos tocó arrastrarlo por encima de las piedras, por encima de la nieve y cargarlo hasta la Laguna.
Todo aquello aderezado con una peque que quería caminar libremente y por la irregularidad del terreno y por la nieve no podía y empezó a llorar desconsoladamente. Cosas que pasan cuando viajas con niños…
La pasarela que rodea una parte de la Laguna Negra no es adecuada para que niños menores de al menos 2 años caminen solos. Pero si son un poco mayores (o con que no tiendan a lanzarse al agua como la mía la zona es totalmente segura.
Estuvimos leyendo los paneles que pudimos, haciendo fotos y dando un pequeño paseo. Y habiendo cuenta del camino que nos quedaba hasta volver al coche (y de la paliza de día que llevábamos) nos fuimos de vuelta tranquilamente.
¿Merece la pena ir a la Laguna Negra?
Rotundamente sí. Aunque como nosotros no vayas a hacer rutas alrededor, la zona es preciosa y no hay muchos lagos de origen glaciar que poder visitar en España. Así que si vas a hacer un viaje a Soria no tengas dudas y haz una visita a la Laguna Negra.
Si tienes alguna duda puedes escribirme por instagram o dejar un comentario aquí abajo. ¡Gracias por leerme!